Una alfombra es cualquier cosa menos un complemento de segunda categoría para una casa acogedora, armoniosa y bien organizada. Su elección puede resultar más compleja de lo esperado, dada la amplia gama de alfombras de decoración que existen en el mercado: alfombras modernas, clásicas, persas o vintage, alfombras estampadas o lisas, alfombras hechas a mano o tejidas a máquina, alfombras personalizadas, etc. Pero, ¿por qué decorar con alfombras es una elección inteligente y cuáles son algunos consejos útiles para hacerlo bien? 

La palabra decorar tiene su origen en un término gótico, (ga)redan que significa "cuidar" o "ocuparse de algo" o "poner en orden".

Contrariamente a la creencia popular, por lo tanto, decorar no significa sólo completar una casa con muebles, sino también embellecerla con muebles o decoraciones que le den orden y armonía, transformándola en un lugar precioso, un lugar acogedor para estar.

Decorar, por lo tanto, también incluye las alfombras, que juegan un papel fundamental en todos los hogares. Veamos por qué

Para que un hogar sea acogedor y confortable para sus habitantes e invitados, las alfombras son un complemento esencial que nunca debe faltar.
Una alfombra también puede ayudarle a amueblar su hogar porque:

• Atenúa los ruidos (basta pensar en los de las pisadas o los de la caída de algún objeto);
• Atempera las caídas y evita los feos resbalones (de hecho, son el lugar ideal para que jueguen los niños);
• Contribuyen a definir los espacios de una habitación y a modificar su percepción (pueden hacer que una habitación parezca más grande o más luminosa y centrar la atención en zonas concretas);
• Ayudan a crear un estilo preciso y a hacer más acogedora la estancia en la que se coloca.

Moderno. Qué es lo que significa? Nos ayuda el diccionario Treccani que define el término en el ámbito del interiorismo como "expresión de un gusto y sensibilidad típicamente actuales", contraponiéndolo a los términos anticuado, viejo, y a veces incluso tradicional, convencional.

El estilo moderno en alfombras es, por tanto, algo nuevo, fuera de lo común, no ya visto, no clásico. Algo que puede sorprendernos y que está en línea con las nuevas tendencias, tanto en colores como en estampados.

Este tipo de alfombras combinan bien con mobiliario moderno, lineal, monocromo o de colores neutros.

El estilo clásico en alfombras, en cambio, presume de decoraciones ricas e importantes que nos traen a la memoria la tradición, el encanto y la elegancia del pasado.

El ejemplo más llamativo son las alfombras persas, que, bien combinadas, se adaptan a cualquier estilo de decoración.

Iconográficamente, el principal elemento que caracteriza a una alfombra persa clásica es la presencia de símbolos relacionados con el mundo animal, vegetal o religioso o de uno o varios medallones centrales de diversas formas, decorados con motivos florales o geométricos.
Las alfombras persas suelen estar confeccionadas con lana cuidadosamente seleccionada que tejen a mano expertos tejedores, siguiendo la tradición.

Una alfombra vintage nace del deseo de dar una segunda vida a una alfombra vieja y desgastada.

Sin embargo, estos adornos tan queridos y solicitados se han convertido con el paso de los años en una auténtica tendencia en el mundo del diseño de interiores.
A medida que ha aumentado la demanda, también lo ha hecho la oferta de alfombras contemporáneas y modernas fabricadas con un "efecto vintage": deslavadas, descoloridas, vividas y desgastadas por el tiempo a la vista.

Vintage.

Cuando decidimos comprar una alfombra para nuestro hogar, entran en juego una serie de factores: presupuesto, estilo de la habitación y de los muebles, espacio disponible y nuestro gusto por la estética.
No es algo natural, pero es muy importante, antes de comprar, preguntarse dónde y cómo se va a colocar exactamente.
En función de estas consideraciones, es posible que tengamos que cambiar de opinión sobre el tamaño, la forma e incluso el color.

¿Cuáles son los errores que hay que evitar?

• Para evitar el "efecto alfombra" hay que evitar comprar una alfombra demasiado grande o colocarla demasiado cerca de las paredes (mantenerla al menos a 40/50 cm de la pared).
• Así como una alfombra demasiado grande corre el riesgo de penalizar su habitación, una alfombra demasiado pequeña puede parecer un objeto "que está ahí por casualidad", y esto va en detrimento del efecto estético de la habitación.
• No coloque alfombras de estilos diferentes una al lado de la otra: puede utilizar alfombras diferentes pero con características similares (en estilo, color o dibujo).
• Si desea colocarla en el comedor, cómprela con la misma forma que la mesa y lo suficientemente grande como para poder colocarla, junto con las sillas, cómodamente dentro de ella.
• Si desea colocarla en el dormitorio, puede elegir dos iguales para colocar a cada lado de la cama (de ahí el nombre de "alfombras de cabecera"), o una muy grande debajo de ella y que sobresalga por tres lados.
• Si desea colocarla en el salón, iguale el tamaño de los sofás y sillones y colóquela justo debajo de su base. ¡NADA de alfombras más pequeñas que el sofá principal! Si tu salón es grande, sólo en este caso, puedes elegir una alfombra muy grande que encierre los sofás, sillones y mesa de centro en su totalidad.
• ¡Opta por alfombras de calidad! Muchas personas, en la creencia de que están consiguiendo una "ganga", invierten en alfombras baratas pero de mala calidad que tendrán que ser sustituidas con frecuencia.