Cuando se trata de la alfombra de cocina es demasiado fácil decir que practicidad y funcionalidad son las dos direcciones para comprar online o en tienda.

Pero hay otras consideraciones que queremos compartir en nuestro blog para ayudarte a encontrar algo de inspiración antes de proceder a comprar una alfombra de cocina.

El mercado está lleno de propuestas en cuanto amateriales, formas, usabilidad y, por supuesto, precios. Así que hemos querido compartir algunas preguntas (y respuestas) sobre cómo comprar una alfombra de cocina.

Las primeras reflexiones se refieren al tipo de hábitos que tenemos, a nuestra rutina en casa y, en particular, al uso que hacemos de la cocina.

¿Pasamos mucho tiempo en ella? ¿Es frecuentada por niños pequeños (cuidado con la seguridad), animales domésticos (por lo tanto la inevitable muda de pelo), amigos invitados a cenar (pongámosle siempre un poco de estilo) o es un rincón para uno solo donde sólo se pasa unos momentos por la mañana para desayunar y por la noche para preparar la merienda a la hora de dormir?

Estos factores son importantes a la hora de elegir una alfombra porque pueden determinar el tipo de material del que está hecha.

Por ejemplo: una alfombra de cocina de fibras sintéticas puede ser ideal para una cocina ajetreada porque es más duradera que una de material natural (por ejemplo, una alfombra de algodón).

No sólo eso: ¿nos gusta cocinar platos muy complejos o somos "crudos" y sólo comemos ensaladas y fruta de temporada? Esto también, aparte de todos los matices, es interesante porque identifica el material para la compra de una alfombra de cocina fácil de lavar (por ejemplo, una alfombra de cocina de PVC o una de bambú).

Por último, pero no menos importante: ¿qué tamaño tiene la cocina? ¿Es grande y espaciosa y por lo tanto habitable? O es pequeña con una cocinita y una mesa o poco más? ¿Sirve la alfombra de cocina principalmente como protección o quizás también para dar un límite visible al espacio?

.

En este punto es evidente que la pregunta no está realmente formulada de forma óptima porque la respuesta inevitablemente es: "Depende", teniendo en cuenta algunos de los factores mencionados anteriormente.

La pregunta correcta debería ser: "Teniendo en cuenta los hábitos de cada uno y el tamaño de la estancia, ¿cuál es la mejor alfombra de cocina para comprar?"."

• Alfombra de cocina resistente y fácilmente lavable: como se ha mencionado, si la cocina es muy frecuentada, es mejor optar por una alfombra de fibra sintética (por ejemplo, polipropileno, textilene o nylon) o materiales vinílicos (como el PVC), ya que las continuas pisadas y roces impactan menos en este tipo de materiales;
alfombra de cocina segura: es fundamental asegurarse de que la alfombra tiene fondo antideslizante para evitar dolorosos accidentes domésticos sobre todo si hay niños y ancianos en casa;
• Estilo o alfombra protectora: la idea es que hoy en día hay productos en el mercado que cumplen ambos requisitos pero los rangos de precios probablemente cambien. Pensemos si tiene sentido poner una bonita alfombra (o runner) de gama media-alta al lado de la cocina con el riesgo de que le caiga aceite de fritura o salsa. Tal vez sería mejor ponerla debajo de la mesa y utilizar una alfombra menos exigente para proteger el suelo de las salpicaduras de las ollas y sartenes;

El tema es delicado en la medida en que hoy en día ya no nos limitamos al concepto de limpieza sino también al de higienización.

Las alfombrillas de cocina de algodón, por ejemplo, merecen ser lavadas a máquina (según las instrucciones del fabricante) para estar seguros de que nos hemos librado de bacterias, gérmenes y ácaros.

Del mismo modo, según las instrucciones del fabricante, las alfombras de fibras sintéticas utilizadas en la cocina pueden lavarse en la lavadora pero, si es necesario, también con un paño y un producto de limpieza si, por ejemplo, se nos cae algo de comida encima.

Aparentemente más fáciles de limpiar, pero quizás no más prácticas, son las alfombrillas de cocina de bambú y PVC: un paño, un poco de agua, quizás un poco de producto y listo. Las características de los materiales son tales que las manchas se deslizan con facilidad. Por supuesto, en comparación con las alfombras de fibras naturales o sintéticas meterlo todo en la lavadora puede parecer más cómodo, pero esto es una elección personal.

La medida de la alfombra de cocina varía en función de la cocina, por supuesto, pero también del tipo de uso.

Si quieres comprar una para colocarla cerca de los fogones huelga decir que debe cubrir al menos la longitud de la propia placa o, mejor aún, la longitud de toda la encimera, es decir, incluyendo donde cocinas.

En cuanto a la zona del fregadero, la longitud de la alfombra también debe ser igual a la longitud del lavabo o lavabos (si has elegido un fregadero de doble seno).

En ambos casos, basta con una alfombra o alfombrilla de al menos 50 cm de ancho.

Si tienes una cocina que puede utilizarse como zona de estar, también puedes plantearte una alfombra para colocar debajo de la mesa. Tenga en cuenta la forma de la mesa (redonda, cuadrada o rectangular) y elija un tamaño que permita que la persona que se siente a la mesa no tenga que poner su silla a medio metro de la alfombra. Acuérdate también de considerar una posible configuración cambiante de la mesa, por ejemplo para pasar de 4 a 6 u 8 comensales. Esto también es algo a tener en cuenta.

La coherencia siempre compensa por lo que a la hora de elegir una alfombra de cocina debes tener en cuenta el estilo de los propios muebles de cocina.

Considera que las alfombras de cocina de colores sólidos son más fáciles de combinar intentando crear una coordinación tono sobre tono o, si buscas soluciones más elaboradas, con colores contrastados.

Para ayudarte en tu elección de colores puedes utilizar herramientas online como las paletas de colores que te ayudan a entender qué colores complementarios y combinaciones son las más interesantes.

Las alfombras de fantasía, por otro lado, requieren un poco más de reflexión ya que podrían ayudar a complementar el estilo de la cocina. Si, por ejemplo, estás pensando en una cocina de estilo shabby o industrial, la investigación puede llevar más tiempo, pero es una inversión que podría aumentar el valor estético de la cocina, dándole más carácter y personalidad.

Las alfombras de fantasía, por el contrario, requieren un poco más de reflexión, ya que podrían ayudar a complementar el estilo de la cocina.