Con el final del verano y la llegada del otoño, también la casa se prepara para cambiar de aspecto. Así es, porque la estación otoñal no sólo trae consigo un cambio de clima, sino también nuevos colores y un nuevo deseo de experimentar el hogar y su calidez. Entonces, ¿cómo hacer que tu casa sea acogedora para el otoño? 

Por supuesto, no puedes esperar renovar la decoración de tu casa cada vez que cambie la estación. Por eso, los colores y la decoración vienen en nuestra ayuda.
Los colores otoñales son, sin duda, los más evocadores de todo el año y basta con jugar con estos dos elementos, sin olvidar las últimas tendencias en decoración del hogar, para dotar a la casa de un ambiente otoñal cálido y acogedor.

Para hacer la casa acogedora para el otoño se puede empezar por elegir los colores, que se irán intercalando aquí y allá en cada estancia. Los nuevos protagonistas de la paleta serán todos los tonos tierra, del marrón al beige, pasando por sus declinaciones (teja, naranja, avellana, crema) y atreviéndose con algunos tonos cálidos más excéntricos, por ejemplo el amarillo ocre o el rojo burdeos.
En otoño, las flores frescas dan paso a las secas, las suculentas tropicales a las hojas secas caídas de los árboles, la luz del agudo y deslumbrante sol del verano deja paso a la suave luz de las velas perfumadas, la calabaza se convierte en el ingrediente clave no sólo en la cocina en platos humeantes, sino también en la decoración, al igual que las granadas y las castañas.

Son estos elementos los que, a partir de objetos y sensaciones, se transforman en adornos y estampados para todos los textiles del hogar. Alfombras, cojines, mantas, paños de cocina, manteles, toallas, sábanas y colchas adoptan colores y motivos otoñales. Aunque no le gusten las chucherías ni los adornos, sino que prefiera una decoración minimalista, no puede prescindir de los textiles esenciales para el hogar. Así pues, puedes jugar con los anteriores para hacer tu casa acogedora para el otoño, sin traicionar nunca tu gusto personal. Por otra parte, ¡tu casa debe ser ante todo acogedora para ti!

Después de pasar tanto tiempo al aire libre, disfrutando del sol y la naturaleza durante el verano, las ganas de permanecer en casa vuelven cada año con el otoño. El salón (o sala de estar) reina indiscutiblemente como la estancia de la casa en la que pasar el tiempo libre o relajarse.

Cada uno le da a la palabra relax su propia connotación: a unos les gusta acurrucarse en sofás o sillones a leer, otros tumbarse y dejarse llevar por una película o serie de televisión mientras picotean algo más o menos sano, otros sentarse a hacer manualidades, escribir o dibujar, y otros disfrutar de una merienda al perfecto estilo británico, y un largo etcétera. En todos estos casos, lo que cuenta es el ambiente.

Para dar a esta habitación un aura cálida y acogedora sólo hacen falta unos pocos detalles, siempre a elegir según el gusto personal. Una bonita y suave alfombra de moblaje, quizás de pelo medio-largo (si las alergias lo permiten) en tonos cálidos desde el marrón oscuro al beige claro, estampada o tono sobre tono. Un plaid cálido y envolvente y cojines mullidos a juego. Algunas velas, simples o en composiciones, para dar un toque de luz cálida a la habitación y perfumarla delicadamente.
Para los más románticos, algunas luces extra, de las de alambre que se pueden colgar. Tal vez un poco de música ligera, como la polifacética canción.

En la cocina en otoño, lo acogedor tiene otro... sabor. Si en los meses más cálidos se descuida un poco, prefiriendo la comida fría y cruda o la cocina sencilla y rápida, en otoño el cuerpo y la mente exigen algo más cálido y sabroso. La estación ayuda porque ofrece manjares de temporada: calabaza, castañas, caquis, nueces, setas, trufas, granadas, por citar sólo algunos.

Trate de pensar no sólo en la imagen de estos ingredientes, sino también en sus colores. Pues bien, imagínese su cocina amueblada con textiles que lleven estos diseños de la naturaleza y/o sus colores... ¡y voilà! En cuanto al salón, sólo hacen falta unos pocos elementos para hacer tu cocina acogedora en perfecto estilo otoñal. Una práctica y funcional alfombra de cocina, ya sea lisa en los colores antes mencionados o estampada (un gran truco para librarse de manchas y salpicaduras de comida), manteles, caminos de centro de mesa, paños de cocina, así como tazas, jarras, vajilla y utensilios de cocina con motivos típicos de la estación.

Para esta estancia, a diferencia del salón, la luz adquiere un cometido diferente. La luz tenue no es necesaria aquí, excepto durante unas horas, en caso de que quieras organizar una cena a la luz de las velas con tu media naranja o amigos íntimos. En otoño, ya no puedes contar con tantas horas de sol y luz, pero para cocinar y hacer vida en la cocina, la luz es un elemento imprescindible.

Elige siempre lámparas y bombillas de luz cálida pero alta potencia (si quieres ahorrar en consumo, opta por iluminación LED) y crea puntos de luz adicionales con lámparas de pie o luces LED de fácil aplicación. Para la mesa puedes crear o buscar un arreglo a base de flores secas, hojas, ramas o bayas o, por qué no, nueces y castañas. Como recipiente, puedes utilizar una calabaza seca vacía si te gusta el bricolaje. A la hora de decorar la cocina, cada vez valoramos más lo que es comestible, sostenible y reciclable.

En otoño podemos despedirnos por fin del mando a distancia del aire acondicionado, el único aparato que, por desgracia, puede afectar realmente al sueño de muchos. Sin las garras del calor, volvemos a dormir plácidamente y a despertarnos más descansados.

El periodo de hibernación comienza lentamente para los animales, pero, en cierto modo, también para nosotros. Dormir envueltos en mantas, en ese calor irresistible, casi hace que no queramos levantarnos de la cama por la mañana. El dormitorio, en otoño, debe calentar todos los sentidos: el tacto y la vista en primer lugar. Como decíamos al principio, no puedes cambiar todos los colores y materiales de una habitación en cuanto cambie la estación, pero sí puedes retocar detalles para hacer la casa más acogedora para el otoño.

En cuanto a la habitación, ¡llama a sábanas, mantas, colchas, almohadas y alfombras! Los colores ya los tienes aprendidos, pero los estampados y materiales cambian respecto a las otras habitaciones. No querrás poner una calabaza en la cama, ¿verdad? Elige textiles para la cama en colores lisos o estampados florales otoñales, alfombras cálidas y mullidas (las inspiradas en la lana de oveja son muy populares) para poner los pies por la mañana y cojines extra a juego. El algodón grueso, el terciopelo y la chenilla son los materiales más "mimosos" de la temporada. También en esta habitación: luz tenue y varias velas en libre circulación.

Mientras que para algunos la alcoba por excelencia es el dormitorio, para otros es el cuarto de baño. En esta habitación, a no ser que vivas solo, podrás disfrutar del máximo relax. Sobre todo si tienes una casa abarrotada, si tienes una familia numerosa con niños o hijos de distintas edades, pero también si compartes tu hogar con compañeros de piso, el cuarto de baño es la única estancia en la que puedes disfrutar de tu privacidad en toda intimidad.

Si éste también es tu caso, sobre todo en otoño e invierno, da rienda suelta a duchas y jacuzzis interminables y a unas decenas de minutos de momificación postbaño en un cálido albornoz. A tus pies la alfombra roja perfecta para el momento: la alfombrilla de baño. En verano fina y de pelo liso, sirve para no resbalar al salir de la ducha, en otoño... otra historia. La alfombra de baño perfecta para hacer la casa acogedora de cara al otoño será: suave y cálida (de ahí que su pelo sea más grueso y largo) y superabsorbente y de secado rápido, porque tendrá que absorber las gotas de agua, resistir el vapor de las duchas calientes y secarse rápido tras el lavado.

Materiales mejor algodón y microfibra, y esto también se aplica a las esponjas, que también tendrán que ir a juego con la alfombra, al menos en tonalidad. ¿Luz suave? Sí, pero también no. En el cuarto de baño, es aconsejable combinar dos tipos de luz diferentes: una más cálida y de amplio espectro, que se colocará en el techo, en el centro de la habitación, y otra cerca del espejo, más fría y focalizada, que se encenderá cuando sea necesario. ¿Velas? Sí, tal vez en el mueble del lavabo, si el espacio lo permite, o en los alrededores de la bañera, listas para encenderse antes de un baño caliente.

Será el agua o la desnudez, pero el cuarto de baño es la estancia de la casa que más evoca la sensación de naturaleza. Por eso, a la hora de elegir los colores de los accesorios, es una idea ganadora remitirse a los tonos de la temporada actual y decorar con materiales que recuerden a la madera o al bambú.

Decoración en madera.